Ostreicultrices Laurinda HuOstreicultrices Laurinda Hu
©Ostreicultrices Laurinda Hu|Laurinda Hudgens

De las ostreras a los criaderos de ostras: ¡menudo trabajo!

Hace buen tiempo, baja la marea y el Village des Boucholeurs está a la vuelta de la esquina… ¡Es la ocasión perfecta para una visita guiada a los famosos criaderos de ostras! Y en buena compañía, ya que Laurence Gaté, ostricultora apasionada, nos introduce en su oficio. De los bouchots a las cabañas ostrícolas, ¡una experiencia práctica que no se puede perder!

Más que un trabajo, una pasión

¿Laurence? En una visita a su choza de ostras durante una visita guiada a la Oficina de Turismo entablamos amistad. Su fuerza de carácter y su pasión por su trabajo me atrajeron enseguida. *

En cuanto a su historia, ¡es una auténtica novela! Hace 10 años, decidió cambiar completamente de trabajo para dedicarse a la ostricultura, su verdadera pasión.

*¡Incluso llama a sus ostras «mis bebés»!

Su madre y su hermana pronto se unieron a la aventura y empezaron a criar con ella. Desde entonces, estas tres mujeres divertidas y de carácter fuerte se han hecho un hueco en esta profesión dominada por los hombres. Y no en cualquier puesto, ya que Laurence es ahora Presidenta de la cooperativa de cría de moluscos de Boucholeurs. Me quito el sombrero ante ella.

Hay algo mágico en convertir esa diminuta mota en una hermosa ostra…

Laurence Gaté, ostricultora

¡A trabajar!

Laurence me lo advirtió: ¡vaya deporte!

No es todo eso, ¡pero tenemos trabajo que hacer! Sobre el terreno, los protegidos de Laurence descansan en bolsas que hay que voltear regularmente para que crezcan de manera uniforme. ¡De nosotros depende deshacernos de ellos!

Nuestro guía nos muestra el camino, ¡y estamos maravillados! Mientras tanto, conocemos a nuestros colegas de todo el mundo, y cada uno de ellos comparte una pequeña anécdota.

Regreso a la zona ostrícola y degustación en la cabaña ostrícola

El agua empieza a subir, ¡lo que significa que es hora de volver a casa! Nos dirigimos a la zona ostrícola cargados con nuestras bolsas de ostras. Descubrimos una tras otra las casetas alineadas en fila, las balsas de agua de mar y sus pequeñas esclusas. Su función: mezclar el agua salada con el agua dulce.

Una vez que nos hemos puesto las polainas, entramos en el tanque de maduración, donde Laurence separa suavemente las ostras antes de ponerlas a remojo en claires.

Traducción: ¡las ostras toman el sol en su tanque para obtener aún más sabor! Tarda un poco, así que habrá que tener paciencia…