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Ciclismo en La Rochelle: ¡un paseo 100% femenino!

Hoy nos hacemos los rebeldes y optamos por un paseo en bicicleta por La Rochelle. El coche tendrá que esperar. Fred, del hotel Orbigny, nos dio la idea esta mañana. No hay mejor manera de pasear bajo el sol y ponerse al día con las chicas. El hotel incluso nos ha proporcionado bicicletas, lo que ha sido muy divertido. Sombreros de paja, gafas de sol y zapatillas: ¡nos vamos!

Viaje de ida: Fort Boyard, Vinaigre y carrelets

Objetivo : ¡Châtelaillon – La Rochelle en 1 hora! Para los deportistas como nosotros, debería ser fácilmente alcanzable. Y con todos los cotilleos, risas y magníficos paisajes de la Charente, nunca veremos pasar los 14 km. Preparamos el agua y los tentempiés y salimos del paseo marítimo. Rumbo a Saint-Jean des Sables.

Desde la playa, ¡hay un montón de bonitos lugares turísticos a nuestro paso! Compartimos nuestros favoritos de nuestro paseo en bicicleta por La Rochelle:

1 – El magnífico panorama desde Fort Saint-Jean en la playa de Châtelaillon
Mirad, chicas, ¡se ve el Fuerte Boyard! (Aquí empieza el karaoke… ¡Perdón por los oídos!)

2 – La casa del esclusero de Saint-Jean des Sables
Bajamos las bicicletas y aprovechamos el frescor del canal. El momento es perfecto, ya que la marea baja nos ofrece una magnífica vista de la orilla. *

*¿No sabes lo que es la playa?

3 – Un descanso en el mirador conocido como La Chaume
Una pérgola y bancos: ¡el último en sentarse pierde su sitio! Nos apretujamos y aprovechamos para admirar las islas y el Fuerte Enet a lo lejos.

4 – El tranquilo puerto de Loiron en Angoulins
Aconsejados por otros ciclistas, atravesamos la encantadora ensenada de Loiron y sus bonitas y coloridas casetas de pescadores. No tardamos en aprender el antiguo nombre del puerto: ¡Vinaigre!

5 – Los carrelets de Pointe de la Belette
Otra novedad para nosotros. Descubrimos juntos los carrelets, redes de pesca cuadradas colocadas junto a casas sobre pilotes. Típico de la región.

6 – Vista de La Rochelle desde la punta de la Barbette
Nuestro paseo en bicicleta por La Rochelle toca a su fin. Desde nuestro promontorio, la ciudad rebelde se revela en un magnífico panorama que se extiende hasta la playa de Aytré. Unas cuantas pedaladas más y ¡llegamos!

11:00: Sabor a vacaciones

Al llegar a Aytré, nos dirigimos hacia Les Minimes y su famoso faro Phare du Bout du Monde. Aunque sólo hemos recorrido 14 km, ¡esa es más o menos la impresión que nos llevamos! Nos mantuvimos verdes hasta el final, optando por el barco electrosolar que nos llevó rápidamente al viejo puerto de La Rochelle.

A La Rochelle le encantan las dos ruedas, ¡y se nota! Es fácil aparcar la bicicleta en uno de los aparcabicis que hay alrededor de la estación.

Tras el esfuerzo, almuerzo en el puerto. Sacamos las gafas de sol, nos tomamos algo con los amigos y disfrutamos del descanso en la terraza como auténticos Rochelaises. Un último café y ya estamos bajo los soportales, listos para una imprescindible sesión de compras en el centro de la ciudad.

¿El viaje en bicicleta de las chicas a La Rochelle? Buen humor, momentos de culto y grandes recuerdos.

Juliette, 34 años

A la vuelta: aplicación, crepúsculo y piscina

Al final del día, todos estamos empezando a estancarnos. ¿Nos vamos a casa? Fred nos aconseja subir al tren con nuestras bicicletas. Sólo tardamos unos segundos en descargar la aplicación local Ter, comprar nuestros billetes en línea y ya estamos cómodamente instalados para el viaje de vuelta.

El tren bordea el mar y volvemos a ver el magnífico espectáculo del viaje de ida, esta vez con las luces del atardecer. ¡Qué día! Llegamos a nuestro hotel, a tiro de piedra de la estación, antes de darnos un último chapuzón en el azul de la piscina.

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