Libre y accesible todo el año, la playa de Châtelaillon se adapta a su ritmo y a sus deseos. A cada cual su manera de disfrutar delocéano y las arenas doradas. Para relajarse o con prisa, para una hora o un día, para unas páginas o para la saga del verano, ¡siempre hay una buena razón para elegir la playa de Châtelaillon!
Châtelaillon: ¡una playa, mil razones!
Razón 1: Hacerlo todo
Festiva en primavera, familiar en verano y romántica en otoño e invierno, la playa de Châtelaillon es el corazón de la ciudad en cada estación. Un secreto para compartir todo el año.
Razón 3: No hacer nada más
3 km de arena fina, aire puro, iluminación inmejorable y una ciudad que abraza el océano. ¿Y si no volviéramos?
Motivo 7: Reunirse
Naturalmente festiva y acogedora, la playa de Châtelaillon es el ritmo de la vida cotidiana de amigos y tribus. ¡Tomar un café con los pies en la arena, hacer un picnic en familia o brindar en una cabaña de paja son algunos de los placeres que dan ganas deestar juntos!
Motivo 18: Encontrarse a sí mismo
A veces los momentos más intensos se viven lejos de las multitudes. Escuchar tu respiración cuando corres. Oler el aire del mar. Contemplando una puesta de sol en el horizonte. Y disfrutar de la calma tranquilizadora de una playa desierta.
Motivo 45: Para subir la adrenalina
En equipo, en grupo o por su cuenta, la playa de Châtelaillon tiene todo lo necesario para poner en movimiento a los más deportistas. Running, vóley-playa, zumba o yoga, la temperatura sube rápidamente. Por suerte, el océano nunca está lejos para refrescarse.
Motivo 82: Reducir la presión
En Châtelaillon, el océano no hace olas. Así que los padres pueden relajarse y disfrutar de un baño con sus pequeños. Por no hablar de los tótems de animales que guían a los pequeños hasta sus toallas. Grandes aliados para unas vacaciones seguras.
Motivo 99: Conocerse
Nadie conoce mejor la zona que las personas que viven en ella y la hacen posible. Las mareas son una oportunidad para descubrir la vida cotidiana de los ostricultores y mariscadores. Conózcalos, hable con ellos y vea el saber hacer local en acción. Un poco más lejos, en el mercado, los amantes de los productos finos pueden compartir su amor por los productos locales.