¡Una puesta de sol para cada ocasión en Châtelaillon!
Para un momento romántico: la larga playa de Châtelaillon
Punto de encuentro preferido de los enamorados, la larga playa de Châtelaillon es un lugar ideal para contemplar la puesta de sol en el horizonte…
Al final del día, te sientas en el Bistrot du Port, copa en mano, y esperas impaciente a que el cielo se tiña de un precioso tono anaranjado…
¿Y qué mejor manera de pasar un momento romántico que paseando cogidos de la mano por la playa?
Para un afterwork en la cima: la Grande Terrasse
Diríjase a la avenida de la Falaise para disfrutar del punto más alto del Châtelaillonnais.
Al final del día, la Grande Terrasse es uno de los lugares más bellos, conocido por sus mágicas puestas de sol. En verano, nos encanta participar en los afterworks: saborear un cóctel bien frío mientras se contemplan los últimos rayos del sol desaparecer en el océano…
Es una auténtica delicia, pero hay que ganárselo, ya que las plazas son muy limitadas.
Para terminar el día con buen sabor de boca: la pequeña playa de Boucholeurs
Con sus casetas de ostras, el barrio de Boucholeurs de Châtelaillon-Plage es uno de esos lugares que nunca se cansa de admirar.
Después de pasar la tarde en el pueblo, nos dirigimos al final del día a la Plage des Boucholeurs, ¡un lugar imprescindible de Châtelaillon para admirar el paisaje! En cuanto empieza a anochecer, nos sentamos en las rocas de la playita para contemplar una puesta de sol casi irreal.
Antes de que la luz desaparezca por completo, se divisan en el horizonte la isla de Aix y la isla de Fouras… Y con la marea baja, incluso se distinguen los criaderos de ostras, que abundan cerca de la Plage des Boucholeurs…
La oficina de turismo puede aconsejarle…
Admirar la puesta de sol es una actividad estupenda para compartir con toda la familia. Después de los juegos y la emoción del día, tomarse un tiempo para relajarse y disfrutar del paisaje es la mejor manera de empezar la tarde con suavidad.